5 cosas a tener en cuenta al cultivar marihuana en interior

Una vez germinadas las semillas de marihuana, las plántulas de marihuana se encuentran en plena etapa de crecimiento vegetativo. En este artículo vamos a hablar de los factores que afectan al crecimiento del cannabis, para obtener el mejor rendimiento de nuestras plantas de marihuana en el cultivo de interior.

Temperatura y humedad:

La temperatura ambiente del cuarto de cultivo debe mantenerse entre 20 y 30 grados centígrados. Lo ideal es la mitada, unos 25 grados. No hay que volverse loco con la temperatura, y si se mantiene dentro de ese rango, estaremos en valores correctos. Por la noche la temperatura puede descender hasta los 15 grados sin problemas. La humedad ideal se situa entre 45 y 65%.

Luces:

Durante este periodo, las luces pueden estar encendidas entre 26 y 20 horas al día, aunque lo aconsejable son 18 horas de luz por cada 24 horas, teniendo unas 6 de oscuridad total. Y contar con un temporizador nos v a permitir olvidarnos de encender y apagar las luces todos los días.

Agua de riego:

La regla básica para regar correctamente una planta de marihuana, es la de hacerlo cuando veamos que la tierra de la superficie está seca. Con esta sencilla regla nos aseguramos de no regar con demasiada frecuencia, evitando el problema de pudrir las raíces. Hay que asegurarse de que la tierra se seca antes de regar de nuevo. Si la planta es pequeña y podemos levantarla junto con la maceta, también podemos aprender por el peso cuando es el momento ideal para regar.

Circulación de aire:

Una corriente de aire fresco es fundamental para mantener a nuestras plantas de marihuana sanas y fuertes. Además nos puede ayudar a mantener una temperatura más estable, y un correcto nivel de humedad. Incluso por la noche, una ligera brisa es importante. Las plantas está acostumbradas a ser mecidas por el viento, y con este movimiento desarrollan unos tallos y ramas más gruesas y fuertes, ayudando en un futuro a aguantar el peso de los cogollos.

Nutrientes:

Los componentes principales de todo abono son 3: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). En cada etapa de desarrollo, la relación varía. Para la fase de crecimiento, la planta necesita más nitrógeno que fósforo o potasio. No hay que pasarse al abonar las plantas, y hay que seguir siempre las recomendaciones del fabricante. Un exceso de fertilización es peor que una falta de nutrientes.